Y digo yo...¿Cómo es que, teniendo aún temperaturas de invierno,
no hay ya casi manera de conseguir un abrigo de niña???? Pregunta de Trivial,
que se suele decir.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOxzaMVpxazNF8kWZxYkVO6rLKnFw_65qMpYO_VbXPgcNS-Myda49C5uAzZxko6PwHd0w5Vw5BteOR59uSmJs0OfISEEnQOqxIGifdg4paVcAM30f1YNV9zI_zw8PfjOYQ3_luNtOk9x5d/s400/INVIERNO+01.jpg)
El caso es que también el cambio
climático tendrá que ver en esto porque que levanten la mano aquellas que han
vivido, o tienen referencia, de aquello que decían las abuelas de que, para los
Santos, el abrigo. Y rara vez fallaba. El 1 de noviembre todo el mundo llevaba
abrigo porque el ritmo de la climatología venía a ser tal que en la segunda
quincena de agosto empezaba a estropearse... en septiembre ya empezaba a
refrescar (por eso entonces era algo más barato irse de vacaciones ese mes,
dado que el tiempo no era seguro "que acompañara")... en octubre ya
no picaba el uniforme del cole porque se llevaban leotardos... y en noviembre,
un buen abrigo con bufanda y todo si de mediados se trataba. Y, por supuesto,
llegaba la Semana Santa y todo el mundo andaba a la caza de bañador o biquini
porque, si no llovía, hacía temperatura de chapuzón... y, a partir de abril,
salvo a primera hora de la mañana, los abrigos sí que quedaban relegados... y
en las Comuniones podía quizás llover, pero nunca hacía frío… y desde mediados
de mayo no había quien ya soportara el uniforme en las piernas sin leotardos y
todo picaba.
Pero ahora, os habréis dado cuenta (y
alguien sesudo lo ha confirmado en telediario o similar), que las estaciones se
están desplazando y cada vez empiezan más tarde... Pero las temporadas de ropa y,
sobre todo, las rebajas, siguen tal cual, ancladas en los históricos
julio-agosto y enero-febrero de siempre.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtHztlayIQ6J2pVPDvw_Js0z2P5m6MIMHdQhBFEsZWBXoeNQfxHIw3yj9C3CdBg_roAU6Goyz8SGZf39ICuRsBgXo85piazJtZcAob-tdfpAVxOOn8spHR63VtPh5bBYVIhZ0kjdhywCoy/s640/Rebajas+01.jpg)
Esto, por una parte, está hasta bien porque, a poco que podamos
estirar la ropa del año anterior, nos compramos el recambio ya con un descuento
nada desdeñable (dejando aparte promociones, black Fridays y outlets) que nos
puede dar pie a podernos permitir alguna que otra cosa de capricho… peeerooo…
tiene la contrapartida de que cuando realmente hace frío o calor y puedes
necesitar algo que no has tenido previsión de comprar o que has pensado que no
ibas a necesitar, o que necesitas sustituir porque se ha quedado pequeño (léase
en todo esto último: “niños creciendo”) resulta que ya no lo encuentras porque
se ha retirado en aras de lucir la colección para la que no hace temperatura…
¿o no?