jueves, 21 de enero de 2016

Pero qué tendrá la coliflor que tan poco gusta?

Pues eso... Que qué tendrá que no sólo los peques, sino también los mayores, le ponen reparos a la coliflor. Y aunque yo, cuando la llevo a la mesa, aviso de antemano que para estar sano hay que comer de todo y que unas veces las cosas gustan más y otras gustan menos, jamás de los jamases he sentido que mínimamente hayan dado su aprobación ni a la coliflor ni al razonamiento. Aunque, también hay que decirlo, la han comido.



Pero como es verdad que no está entre mis propósitos el de convertirme en una torturadora culinaria, se me ocurrió bucear en la web para encontrar algún truco que salvase el trago de cuando toca coliflor, y di con el blog:

Cuya artífice es una persona aficionada a la cocina y que, con bastante acierto, vuelca recetas imaginativas encaminadas a hacer más atractivos los alimentos para quienes no los ven así.
Y, entre ellas... ¡Eureka! Una para la coliflor... Francamente resultona.
Espero, como la autora, que a vosotras también os dé resultado.

Bss




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